Cuando hablo de la máquina de picar carne no me refiero a ningún artefacto de carnicería, ni mucho menos a la canción de Almafuerte. Simplemente hablo del fútbol argentino.
Ansioso, desesperado, angurriento e insaciable. En siete fechas, el fútbol de primera “se devoró” seis técnicos, promedio de casi uno por fecha: Llop en Racing, Alfaro en Central, Astrada en Estudiantes, Labruna en Gimnasia de Jujuy, Santoro en Independiente y Burruchaga en Banfield.
Si a esto sumamos la realidad de Córdoba, donde Juan Amador Sánchez y Dalcio Giovanoli no pudieron aguantar las presiones –distintas pero presiones al fin-, el porcentaje es aún más alarmante.
Malos resultados, internas en el equipo, problemas en el cuerpo técnico, bajo nivel futbolístico, etc., etc., etc. Cada vez hay más excusas y menos memoria para recordar cuantos técnicos pasaron por un club en los últimos años.
la máquina de picar carne
domingo, 22 de marzo de 2009
Publicado por Matías Tulián en 6:16 p. m.
Etiquetas: Fútbol
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